José Pedro Varela tuvo una vida corta pero intensa. Fue el 19 de marzo de 1845, cuando la capital uruguaya (Montevideo) lo vio nacer, siendo hijo de Benita Gumersinda Berro y del comerciante Jacobo Dionisio Varela.
Cursó sus estudios en el Colegio de los Padres Escolapios, y a los 15 años comenzó a trabajar en el negocio de frutos de su padre. Estudió idiomas, y mostró grandes dotes de escritor, interesándose además por la política.
Viajó a Europa y Estados Unidos a los 22 años, encontrando en este país americano, la gran influencia de Sarmiento, quien compartió con él sus deseos por una educación mejor, inclusiva y con vistas al progreso de los pueblos, lo que significó una gran influencia para el joven Varela.
A su regreso a Montevideo, al ver que sus conferencias eran bien recibidas, desde el periodismo logró difundir más sus ideas, fundando la “Sociedad Amigos de la Educación Popular” junto a un grupo de conocidos, entre los cuales se destacaron Elbio Fernández y Emilio Romero, con el propósito de difundir la necesidad de escuelas públicas, populares, gratuitas y con libertad religiosa; tan distintas a las privadas y confesionales de su tiempo. En 1869 fundó el diario “La Paz” opositor a la gestión gubernamental de Lorenzo Batlle. Sus aspiraciones en materia de política escolar las vertió en dos libros “La educación del pueblo” (1874) y “La legislación escolar” (1876).
Vio la oportunidad de llevar a la práctica sus ideales cuando el gobernador de facto, General Lorenzo Latorre le ofreció ocupar la Dirección de Enseñanza, cargo que aceptó a pesar de ser opositor, pues era el medio que necesitaba para sus planes. Gracias a ellos se sancionó la “Ley de Educación General” donde se impulsó la educación pública, creándose muchas escuelas de este tipo, estableciéndose el carácter obligatorio para quienes contaran con entre 8 años y 14; capacitándose a los maestros y exigiéndoles el ingreso a través de exámenes.
El 24 de octubre de 1879, se apagó su vida, a causa de una infección en sus pulmones teniendo tan solo 34 años, y muchos anhelos que cumplir, siendo su obra continuada por su hermano Jacobo, en pos de la educación popular.
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