18 de Mayo Batalla de Las Piedras

La historiadora Ana Ribeiro nos relata lo sucedido en esa fecha... "En la Banda Oriental la revolución comenzó en febrero de 1811. Comenzó en la zona de Soriano y de allí se derramó por todo el territorio, en forma de revueltas, de levantamientos, una suerte de corriente eléctrica que prendió fuego la campaña. El botín más importante, el lugar que más interesaba conquistar era aquel que había concentrado los recursos y la lealtad a la corona española y que estaban en contra de la revolución, esto era exactamente en Montevideo, así que todas las fuerzas fueron confluyendo hacia allí. Y esta ciudad sabiéndose pronto acotada y probablemente sitiada, como efectivamente lo fue, salió hacia afuera de los muros que la protegían para defenderse. Así que Montevideo envió a la ciudad de Las Piedras, un pequeño poblado en aquella época, una serie de hombres recolectados como pudo, algunos pertenecientes a la marina, ya que había muchos marinos porque era una importantísimo apostadero naval de la corona española, y luego otros conseguidos como se podía. Ciento sesenta y dos presos que eligieron salvar su vida de las mazmorras de la Ciudadela, que además era una cárcel y que decidieron arriesgarla en el campo de batalla con tal de obtener la libertad. Con ese núcleo diverso, el capitán de fragata Posadas, se dirige hacia la ciudad de Las Piedras. Eran tropas tan desordenadas que tuvo que mandar un chasqui adelante para que fueran cerrando las pulperías para que no llegaran en estado de embriaguez. Eran tropas que no sabían pelear en tierra porque eran fundamentalmente marinos, pero eran muchos rondaban los 1.000. Llegaron alrededor del día 12 de mayo, llegaron bajo lluvia y llovió torrencialmente entre el 12 y el 18, casi sin parar. El día 18 la batalla comenzó a las 11 de la mañana y no terminó sino al caer la tarde, lo que en la época colonial solían llamar la hora de la oración. Esas horas interminables en que de un lado y del otro se enfrentaron y murieron, con los recursos que tenían, los partidarios y seguidores del capitán de fragata, los que representaban a la lealtad hispana y a Montevideo, tenían una artillería importante, pero los hombres de Artigas tenían lanzas, que en realidad eran palos que habían atado en la punta un cuchillo o una tijera de podar que se había divido en dos, eran los recursos que tenían los Orientales, que eran también aproximadamentos unos 1.000, entre diversas fuerzas que habían confluido en la ciudad de Las Piedras. Una batalla no es fácil de describir y ni siquiera es agradable porque muere y se hiere a mucha gente. Ese día las fuerzas definieron el destino de Montevideo, el día 18 fue la batalla y el día 20 Montevideo amanecía sitiada por las fuerzas revolucionarias. Las historias para contar son múltiples, pero si uno va a la capilla de la ciudad de Las Piedras y ve dentro de la capilla en el llamado "Libro de los Muertos" una cruz en forma de flor, con el cual el padre De Soto anotó a los muertos del día 18 y a los que, agonizantes, siguieron muriendo días después. El bando más castigado fue el bando español, y acusó entre 70 y 80 muertos ese día, del lado de Artigas murieron 11 personas. Ese triunfo revolucionario se festejó por todo lo alto y por muchos lados. Y cuando las fuerzas que seguían a Artigas acamparon alrededor de la ciudad amurallada y le decretaron a Montevideo su sitio, en esos campamentos, pasado el momento de la guerra, pasado el momento de matar o morir, pasado el olor a pólvora, el olor a sangre, el entierro de los heridos de un lado y del otro, ahí también hubo lugar para los festejos, así que apoyados en el murallón, en algunos campamentos cercanos de los árboles, sonaron las vidalitas, los versos, sonaron las guitarras, y hubo lugar para festejar un triunfo tan patriótico, tan recordable, que muchos años después la capilla de Las Piedras, esa en donde están anotados todos los muertos, tenía problemas en el techo, así que le mando a pedir a Artigas algo de dinero, de las magras arcas de la revolución. Artigas le dijo que sí, que sacaran lo que tuvieran y ayudaran a esa localidad y a esa iglesia porque no se debe olvidar que allí, en Las Piedras, la Patria dio sus primeros pasos"